La pandemia de Covid-19 ha cambiado nuestra forma de comportarnos, incluida la manera de viajar, creando nuevas tendencias en el turismo, como el cicloturismo, ¡lo que significa que se acabaron los aviones, los trenes y los coches! En 2021, la gente irá en bicicleta todo el tiempo, incluso de vacaciones.
El cicloturismo es más popular que nunca. Las cifras lo confirman. Según un estudio de la Dirección General de Empresas, en 2020, 22 millones de franceses disfrutarán de sus vacaciones en bicicleta.
La crisis sanitaria ha despertado en los franceses la necesidad de volver a conectar con la naturaleza. Por ello, la tendencia a viajar en bicicleta va a continuar. "Este verano deberíamos registrar cifras récord gracias a los nuevos itinerarios y al éxito de las bicicletas eléctricas, que están democratizando esta práctica", afirma Didier Arino, Director General de Protourisme. ¿Qué mejor que subirse a la bicicleta para disfrutar de unas vacaciones al aire libre a escala humana?
Sobre todo porque el país cuenta con abundantes rutas desarrolladas (17.500 km de carriles bici). De hecho, Francia es el segundo destino europeo más popular para el cicloturismo, por detrás de Alemania.
El cicloturismo permite a los franceses tomarse el tiempo de (re)descubrir la campiña francesa, si no pueden ir al extranjero. Además, forma parte del movimiento "slow life" y simboliza la moda delecoturismo. Además, esta tendencia está dando sus frutos. En diez años, los beneficios económicos del cicloturismo -incluida la exitosa bicicleta de montaña- han aumentado un 46%. La cifra anual asciende a 5.100 millones de euros. El cicloturismo también debería ser un buen negocio para los viticultores. ¿Cómo puede hacerlo? Democratizando otra tendencia: el enoturismo.
Durante mucho tiempo reservados a los especialistas en vinos finos, los castillos y viñedos han diversificado su oferta para adaptarse mejor a todos los presupuestos, incluso a los de los turistas franceses sobre dos ruedas. Incluso puede llevarse algunas botellas a casa en el portaequipajes. Un ejemplo es el Château de Sacy, cerca de Reims, que ha hecho del champán su principal atractivo (sesiones de sabrage, degustaciones, tratamientos, etc.).